febrero 2024

Acabo de regresar de Guatemala, donde he permanecido un mes compartiendo con nuestros compañeros y compañeras de Paz y Bien, y la verdad es que me siento muy feliz de poder comprobar que lo que comenzó como un simple comedor escolar se ha convertido en un gran proyecto que presta una serie de servicios a la Comunidad. Pero lo que más me ha impactado es que muchos de nuestros profesionales provienen de niños y niñas del área rural, que gracias al programa de Becas Escolares consiguieron realizar sus estudios y especializarse para convertirse en grandes profesionales y comprometidos con la filosofía de Paz y Bien, que no es otra que “apoyo y respeto a la persona”.

Resulta muy satisfactorio comprobar que todas las universidades escogen a Paz y Bien como lugar preferido para que sus alumnos realicen sus prácticas de fin de carrera en los distintos departamentos con los que cuenta nuestra institución.

Igualmente, hemos comprobado que la comunidad se siente agradecida por todos los servicios que les prestamos, pues Paz y Bien está atenta a las grandes demandas sociales de hombres y mujeres que se sienten necesitados de nuestro apoyo, al que nunca nos negamos. 

Hemos constatado que Paz y Bien es conocida y respetada por toda la comunidad. Prueba de ello es que los medios de comunicación social nos han estado demandando nuestra presencia en señal de agradecimiento a todo el trabajo que realizan nuestros compañeros y compañeras.

La imagen del equipo de profesionales que adjuntamos habla por sí sola.

Autoridades religiosas, civiles y militares han mostrado su agradecimiento por nuestro acompañamiento a los hombres y mujeres que carecen de lo más indispensable para llevar una vida digna.

Gracias a mis hermanos capuchinos por el acogimiento que me han dispensado y las muestras de cariño recibidos.

Gracias, Guatemala. Gracias por confiar en nuestro trabajo.

Fray Rafael Pozo

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En la tarde del viernes 9 de febrero, tuvo lugar la presentación de la restauración de la imagen del Cristo Crucificado del Convento de los Hermanos Menores Capuchinos de Sevilla. 

Los trabajos, acometidos por Fernando J. Aguado Hernández, han tenido una extensión de cuatro años, a causa del alarmante estado de alteración de la imagen, según explicaba Aguado, dándose comienzo a estos en el verano de 2019, siendo Guardián del convento fray Eduardo Rodríguez Márquez.

El acto tuvo lugar en la capilla de la Venerable Orden Tercera, anexa al templo parroquial, al que asistieron la representación de los grupos parroquiales, la Hermandad de la Divina Pastora coronada, Dña. Silvia Pozo Sánchez, Delegada de consumo, salud, cementerio, protección animal y Distrito Macarena, D. Manuel David Loreto del Pino, Director General del Distrito Macarena y Dña. María José Alonso Megia, Subdirectora del Distrito Macarena. En el transcurso del mismo, el actual Guardián, fray Antonio Vázquez Ruiz, daba a conocer que la pequeña capilla se trata del destino original de la imagen, dato descubierto por la investigación que el conservador-restaurador del convento, Jesús Manuel Lozano Muñoz, está llevando a cabo sobre el Crucificado.

Con una oración final al Cristo quedaba abierta la exposición y veneración a los fieles.

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